Si estás pensando en divorciarte, ten en cuenta que hay varias maneras de hacerlo. Una manera sería que ambas partes se pongan de acuerdo y lo plasmen en un documento firmado que sería el llamado “mutuo acuerdo”, otra es que el juez/a sea quien resuelva, concediendo a cada parte lo que (según él o ella) les corresponde, es decir, un divorcio contencioso.
En nuestro despacho sabemos bien que nunca es fácil un divorcio, por eso daremos unas pautas sobre las ventajas e inconvenientes de ambos procedimientos.
Las ventajas del divorcio mutuo acuerdo frente al contencioso son básicamente tres: En primer lugar, el coste. Es menos costoso debido a que solo se requiere de un/a abogado/a y un/a procurador/a, por lo que supone un ahorro de más o menos el 50% de la cuantía total. Otra ventaja respecto al contencioso sería la rapidez con la que el juez/a resuelve. Esto se debe a que es un procedimiento mucho más sencillo en el que no hay juicio. El abogado/a será el encargado/a de tramitar la solicitud o demanda de divorcio acompañada del convenio regulador. Además, es más sencillo ya que las partes pueden hablar y llegar a un acuerdo, el cual se plasmará en el convenio regulador. Dicho convenio es un documento firmado al que llegan las partes donde se comprometen a cumplir el acuerdo. En él debe constar de manera detallada las medidas que regulan la guarda y custodia de los hijos/as, el régimen de visitas y estancias, las pensiones alimenticias y compensatorias y el uso o disfrute del domicilio familiar. Si hubiese hijos menores, será necesario el informe previo del Ministerio Fiscal, que debe velar por los intereses del menor. Una vez que se produzca la ratificación en el Juzgado de familia competente, el juez/a lo examinará comprobando que cumple todos los requisitos legales y dictará sentencia aprobando todas las medidas definitivas del proceso de divorcio y, de manera inmediata, se inscribirá en el Registro Civil correspondiente. El inconveniente sería que a pesar de que ambas partes pongan sus mejores intenciones desde un inicio para llegar al mutuo acuerdo, uno puede salir más perjudicado que otro debido a que, en el transcurso del procedimiento, pueden aparecer imprevistos, malos entendidos y tensiones.
Por esto, y según nuestra experiencia, desde que se inicia el proceso de mutuo acuerdo es aconsejable que los abogados/as de cada una de las partes, sean los que mantengan las comunicaciones entre las partes y acuerden para que ambos lleguen a la mejor solución posible.